lunes, 22 de agosto de 2011

Vida y evolución de un joven mangaka

Está claro que cuanto más dibujas mejor lo harás, no nacemos sabiendo así que si queremos mejorar con nuestro estilo tenemos que dedicarle tiempo, incluso años si hace falta. Al empezar nos sentimos frustrados normalmente, no nos sale lo que queremos y a veces esto hace que abandonemos. Queremos parecernos a nuestros ídolos y tratamos de copiar sus técnicas. Eso no es malo, al contrario, cuando empezamos no tenemos un estilo definido, así que tenemos que ir probando y que mejor manera que dibujando lo que más nos gusta y apasiona.

Recuerdo cuando iba al colegio, yo como buen fracasado en los estudios cogía el libro de "Mates" o el de la clase que tocaba y llenaba las hojas de dibujos de Goku. Era la época de Dragon Ball, mejor dicho el "Bum", chavales coleccionando cromos y pegatinas mientras comentábamos el episodio del día anterior. ¿Quién no intentó alguna vez hacer un Kame o transformarse en Saiyan? Esto hizo que deseara dibujar igual, no sabía lo que era el Manga pero quería ese mismo estilo.

Luego llegó Naruto, no sabía absolutamente nada de lo que iba, pero no paraba de oir comentarios positivos hacia este manga, así que me compré el primer tomo, mejor dicho, mi primer tomo manga. Ahí fue cuando volví a sentir el gusanillo de dibujar y me pregunté a mi mismo: ¿Por qué no hacer mi propio manga?

Así como nació Rikku, mi primera obra. Echando la vista atrás me doy cuenta de los errores al hacer este manga. Sin ir más lejos con el tema de empezar con una serie sin tener el nivel adecuado. Mirad si no la evolución tan grande que tuve:
Esta es su primera página.

Y esta una de un capítulo posterior.

Como podeis ver es una mejora notable y eso hizo que la diferencia tan grade entre capítulos lastrara la calidad final del manga. Sin embargo esto me ayudo a perfeccionar mi dibujo y mejorar. También podéis ver la clara inspiración en el dibujo de Kishimoto.
Al terminar este manga me sentía tan frustrado por no conseguir mis objetivos que dejé de dibujar una buena temporada, ¡nada menos que dos años...! Hasta ahora, que he vuelto a ilusionarme con el proyecto Dammed City. Donde vuelvo con un estilo perfectamente renovado:


No nos perdáis de vista y para los recién llegados ¡bienvenidos a Zumen Magazine!



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